Chip sexual: El tratamiento más elegido por las y los famosos
Escrito por OktubreFM el 17 agosto, 2020
Cami Mestres charló con La Dra. Andrea R. Miranda, directora médica de la Sociedad Argentina de Estética y Nutrición Integral, sobre este tipo de remplazo de terapia hormonal subdérmico.
¿De qué trata el famoso chip sexual? ¿A qué edad conviene comenzar a usarlo? ¿Cualquiera puede aplicárselo? Andrea R. Miranda, responde a todas las preguntas sobre el tema.
El chip sexual es un pellet subdérmico de testosterona que se coloca debajo de la piel y es imperceptible. Tiene testosterona, estrógeno y otros componentes que generan una mejora de rendimiento general en la persona: “Aproximadamente, a partir de los 30 años comienzan a descender los niveles de esta hormona y lo hacen paulatinamente, año a año. Cada vez, se empiezan a notar un poco más todos los síntomas relacionados a este cambio, por ejemplo, el cansancio constante, los problemas para dormir, sofocos en las mujeres, falta de concentración y disminución de la líbido”, expresó la Dra. Andrea R. Miranda, en una charla con Cami Mestres por el aire de Oktubre FM.
La experta explica que cuando un paciente refiere estas características y los estudios de laboratorio confirman el descenso de la testosterona, se recomienda una terapia de reemplazo hormonal: “Esta puede realizarse a través del chip o pellet subdérmico de testosterona. Esta hormona, aplicada en las cantidades óptimas que requiere cada paciente, prácticamente no presenta efectos adversos y, a la hora de evaluar si es candidato o no al chip, tenemos en cuenta los antecedentes patológicos que pueda presentar, además de los estudios previos. La cantidad de miligramos a aplicar también va a variar según el sexo y los valores de laboratorio. Se puede indicar a partir de los 30 años, siempre que se cumplan las condiciones mencionadas, pero lo habitual es que estos síntomas se empiecen a observar mucho más a partir de los 40 años”.
El procedimiento médico es también recomendado para mujeres en etapa menopáusica y premenopáusica: “Alivia los sofocos, mejora la lubricación vaginal, aumenta la densidad ósea, mejora el sueño y, en general, aporta enormemente al equilibrio hormonal. Además, si se lo acompaña de actividad física, ayuda a modelar el cuerpo”, comentó Andrea Miranda.
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