En medio del aislamiento obligatorio, La Joaqui lanzó “The White Room”, una Live Session donde realizó un repaso de sus mejores canciones.
¿Pero que la llevó a realizarlo? Nada más ni nada menos que la suspensión de su presentación en el Luna Park, como telonera de Karol G. Lejos de echarse para atrás, juntó a todo su equipo y realizaron el mismo show, pero vía streaming.
“No fue algo planeado, salió improvisado y estoy muy contenta con el resultado final”, le contó La Joaqui a Manu Basile en el aire de #OktubreFM (89.1).
La artista, viene de lanzar el año pasado su disco Harakiri, luego de tres años lejos de los escenarios: “Sentí la oportunidad de tomar con otra responsabilidad a la música. A la gente le encantaba que yo haga canciones con sonidos súper sucios hablando de la droga, pero yo no era feliz viviendo esa vida”.
En la misma línea, profundizó: “Entonces, comprendí que estaba transmitiendo un mensaje totalmente irresponsable para la gente que me seguía y que estaba romantizando situaciones de la vida que no habían sido nada gratificantes”.
Y completó: “Necesité mostrar que había crecido y que había comprendido que la música era una responsabilidad, y mi vida también. Que ya no soy una nena de 15 años descontrolada y descocada que se caga en el mundo”.
“Comprendí que estaba transmitiendo un mensaje totalmente irresponsable para la gente que me seguía“
Por otro lado, la rapera se refirió a su faceta como freestyler: “Hoy en día no batallaría, porque realmente no tengo ganas de insultar a nadie ni de que me insulten. La realidad es que el público de las batallas siempre va a querer ese morbo de herir, y yo no quiero herir ni que me hieran nunca más”.
Aunque remarcó: “En su momento me hicieron muy bien las batallas porque yo tenía mucho rencor y enojo que había guardado de chiquita y fue la mejor manera de canalizarlo, poque vas escupiendo por inercia lo que realmente tenés adentro”.
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