Adoctrinamiento y discurso de odio en la escuela Fasta
Escrito por OktubreFM el 2 junio, 2020
Mariana Carbajal, periodista feminista y activista, realizó un informe publicado en Página 12 sobre el crecimiento de la red educativa del grupo católico integrista Fasta.
En Argentina, Fasta se integra al sistema educativo formal en el año 1978, a partir de la fundación de su primer colegio en Tucumán, el Ángel M. Boisdron en Yerba Buena, en el oeste de la capital provincial. Pero su red educativa experimentó su mayor ampliación en la década del ’90 al aprovecharse de la crisis que atravesaban congregaciones de monjas y curas. Entonces, se fueron apropiando de colegios tradicionales de los barrios, sin que padres y madres de alumnos tuvieran claridad de lo que significaba el cambio de conducción en términos de contenidos educativos.
Se trata de un grupo católico integrista, fundado por un sacerdote con vínculos con la última dictadura militar y con el criminal nazi Erich Priebke, que fue adquiriendo escuelas de congregaciones religiosas en crisis en distintos puntos del país, y hoy ostenta la propiedad de 23 colegios en 18 ciudades de 11 provincias y en la ciudad de Buenos Aires, además de institutos de formación superior, una universidad en Mar del Plata –con dos subsedes– y una editorial donde editan sus propios libros escolares. El 76 por ciento de sus escuelas recibe algún nivel de subvención estatal. En el 48 por ciento de los casos, el aporte del Estado llega al 100 por ciento, de acuerdo al último relevamiento anual de la Dirección de Información Educativa, del Ministerio de Educación.
Hace alguna semanas, exalumnos del Colegio Aneiros, de Flores, abrieron un perfil en Instagram (@testimoniosa) y empezaron a compartir sus malas experiencias en la institución y en los campamentos del “Ruca”––un espacio extracurricular– donde forman a los “milicianos” de Fasta.
–Si no hacés lo que te dicen el castigo físico está asegurado, sin importar si es una sobreexigencia física o simplemente no podés. Desde golpizas multitudinarias, palazos y “fusilamientos” a pelotazos. Con el castigo viene la denigración: te dicen que te lo tenés que tragar o si no, no sos hombre –contó uno de los ex alumnos que dejó su testimonio en @testimoniosa.
Agustina Santoro, conversó con la periodista sobre el informe, los vínculos de esta red católica con la dictadura, el discurso homo lesbo odiante y los subsidios que reciben por parte del estado.
“Este es un grupo que empezó a consolidarse a partir de la última dictadura militar.
Un grupo católico, que fue adquiriendo en estas décadas, colegios católicos de barrios y que además, reciben un subsidio estatal.
Se habla con conceptos agravantes hacia las feministas, lesbianas, se cuestiona que las personas del mismo sexo puedan adoptar.
Hay que promover la discusión de los subsidios a la educación privada y rever si vale todo bajo el título de ESI”.
Sobre el quinto aniversario del próximo #3J Ni Una Menos:
“Hay un balance positivo en términos de la revolución del surgimiento del movimiento. Una revolución puesta en marcha. Muchas mujeres y disidencias tejiendo redes”.